Actualmente podemos encontrar en cualquier época del año las frutas, hortalizas, carnes y pescados que deseemos.
Esto se debe la que los adelantos tecnológicos permiten cultivar en invernaderos, y criar en granjas y piscifactorías acondicionadas, o mantenerlos refrigerados una vez ya dispuestos para vender y consumir.
Aunque esto es una ventaja, respetar la temporada de cada producto es mucho más beneficioso, tanto para nuestra salud como para nuestra economía. Los productos de temporada, al obtenerlos respetando los meses exactos para su desarrollo, contienen todos los nutrintes, vitaminas y beneficios para nuestro organismo, además de un olor y sabor mucho más auténtico.
Por otra parte, comprarlos nos sus meses supone que estén más baratos, ya que abundan en el comprado y, al no haber escasez, los precios no tienen que ser elevados.
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